1.
Deja de perseguir metas de bajo perfil. Todo en la vida vale la pena. Cuando
persigas tus objetivos, no te detengas cuando hayas alcanzado el mínimo
indispensable. Continúa hasta alcanzar esas metas grandiosas y luego sigue
esforzándote un poco más. Cuando tienes esta ética de trabajo, lo único que
puede detenerte eres tú mismo.Siempre establezco metas muy alcanzables para mí.
Es genial ser ambicioso, pero si constantemente te conformas con quedarte
corto, puedes matar tu motivación.
2.
Deja de ser multitasking y concéntrate. Los estudios han...