1.
Deja de perseguir metas de bajo perfil. Todo en la vida vale la pena. Cuando
persigas tus objetivos, no te detengas cuando hayas alcanzado el mínimo
indispensable. Continúa hasta alcanzar esas metas grandiosas y luego sigue
esforzándote un poco más. Cuando tienes esta ética de trabajo, lo único que
puede detenerte eres tú mismo.Siempre establezco metas muy alcanzables para mí.
Es genial ser ambicioso, pero si constantemente te conformas con quedarte
corto, puedes matar tu motivación.
2. Deja de ser multitasking y concéntrate. Los estudios han demostrado que el 98 por ciento de los humanos no pueden realizar múltiples tareas con éxito. Por lo general, aquellos que creen que pueden hacer más de una cosa a la vez son en realidad los peores. Científicos de Stanford escriben que los multitaskers tienen problemas para filtrar información irrelevante, organizar sus pensamientos y pasar de una tarea a otra. La próxima vez que quieras ser productivo, intenta cerrar todas las pestañas de tu computadora, excepto las relacionadas con la tarea en cuestión. Desactiva sus notificaciones y use el 100% de tu enfoque en esa tarea. Verás un tremendo aumento en su productividad.
3. Deja de revisar las redes sociales mientras trabajas. Las plataformas de redes sociales crean un laberinto de enlaces y publicaciones que están diseñados para mantenerte enganchado. Es un drenaje de tiempo importante, y uno que no contribuye al éxito. En lugar de revisar Instagram y Facebook en tu descansos, lee The New York Times o TechCrunch para que puedas aportar algo realmente significativo a su próxima conversación.
2. Deja de ser multitasking y concéntrate. Los estudios han demostrado que el 98 por ciento de los humanos no pueden realizar múltiples tareas con éxito. Por lo general, aquellos que creen que pueden hacer más de una cosa a la vez son en realidad los peores. Científicos de Stanford escriben que los multitaskers tienen problemas para filtrar información irrelevante, organizar sus pensamientos y pasar de una tarea a otra. La próxima vez que quieras ser productivo, intenta cerrar todas las pestañas de tu computadora, excepto las relacionadas con la tarea en cuestión. Desactiva sus notificaciones y use el 100% de tu enfoque en esa tarea. Verás un tremendo aumento en su productividad.
3. Deja de revisar las redes sociales mientras trabajas. Las plataformas de redes sociales crean un laberinto de enlaces y publicaciones que están diseñados para mantenerte enganchado. Es un drenaje de tiempo importante, y uno que no contribuye al éxito. En lugar de revisar Instagram y Facebook en tu descansos, lee The New York Times o TechCrunch para que puedas aportar algo realmente significativo a su próxima conversación.
4. No te compares con nadie. Esto nunca terminará
bien. Siempre habrá alguien por ahí que sea más inteligente, más rico, más
exitoso y con mejor aspecto que tú. Pensar así es una distracción; concéntrate
solo en ti. Lo que es más importante, concéntrate en alcanzar tus objetivos a
corto plazo y lo demás por añadidura se te dará.
5.
Deja de perder el tiempo con personas negativas. No provoques una escena ni
arruines una amistad. Simplemente limita tu disponibilidad para aquellas
personas tóxicas en tu vida. Claro, puedes verlas de vez en cuando. Pero, una
influencia negativa puede hacer que pierdas el foco de lo que es realmente
importante.
6.
No más excusas. Si quieres algo, atrévete a ir por él. No crees excusas. Antes
de comenzar a trabajar para Due, laboré con un pequeño equipo ens una startup
de crowdfunding. Teníamos poca experiencia, así que constantemente inventamos
excusas y nos convencimos de nuestras limitaciones. Un par de cientos de miles
de dólares se fueron y un año después, nos dimos cuenta de que habíamos creado
tantas disculpas por las que no podíamos hacer que provocamos que se
convirtieran en realidad. No te conviertas en una víctima. Las víctimas nunca
tienen éxito.
7. No seas un perfeccionista. Sé realista. No
gastes esas cinco horas extra eligiendo meticulosamente fuentes y combinaciones
de colores para una presentación que solo tú notarás. Esto entra en la
administración del tiempo. Se eficiente y efectivo. No pospongas las cosas
obsesionándote con detalles pequeños que no importan a largo plazo (o incluso a
corto plazo).
8.
No más quejas. Es sencillo. Si piensas y hablas positivamente, las cosas buenas
te llegarán. Mantén el enfoque del vaso medio lleno. Los niveles de optimismo y
pesimismo se correlacionan directamente con la salud general. Mantén esa
sonrisa.
9. Deja de pensar que todo es por ti. Tu jefe
enojado no está buscando despedirte. El conductor del Uber no se ríe de tu
corbata. Ellos tienen sus propios problemas, y eso es en lo que están pensando.
¡No en ti! Serás mucho más feliz cuando dejes de asumir que todos la traen en
tu contra.
10. No cargues todo el peso sobre tu espalda. Claro
que estás a cargo. Sin embargo, eso no significa que debas asumir todos los
desafíos de tu empresa o que debas administrar a tu personal por microgestión.
Aprende a delegar. La pregunta que deberías hacerte no es "¿cómo puedo
hacer esto?", sino "¿cómo se puede lograr esto de la manera más
eficiente posible?".
11. Deja de hacer que las reuniones sean una
prioridad. Mark Cuban dijo una vez, “nunca asistas a una reunión a menos que
alguien te escriba un cheque”. Las juntas comienzan tarde, duran demasiado y
pocas veces son muy productivas. Las reuniones son factores que matan el
tiempo. Siempre es mejor establecer contacto específico con las personas
necesarias para un proyecto durante todo el día. Siempre solicito una agenda
detallada cuando me piden que me una a una reunión. Si no hay un valor claro
para mí, no perderé el tiempo de nadie. Recuerda, siempre está bien decir
"No".
12.
Deja de usar listas de pendientes. Comience a conectar todas tus tareas en su
calendario. Tener tu trabajo integrado en una tabla de tiempo mejorará
enormemente tu eficiencia. Dedica el tiempo necesario a planificar tu
calendario y luego síguelo tanto como puedas. Vive y cumple con estas reglas y
verás el cambio en cuestión de semanas. Al final de cada día siéntate y
reflexiona sobre lo que hiciste bien y lo que puedes hacer mejor mañana. Lo más
importante es visualizar el éxito para que este llegue.
Fuente: Diario gestión